Huella hídrica

El impacto de la inseguridad y la escasez de agua se sienten en toda nuestra cadena de valor, desde las fuentes de nuestra fibra hasta las instalaciones que crean nuestros productos y las comunidades donde viven nuestros empleados y consumidores. Este creciente impacto en nuestras comunidades y en nuestro planeta nos llevó a elevar la importancia de los temas en la estrategia de sustentabilidad de Kimberly-Clark para 2030.

De cara a 2030, la búsqueda incesante de hitos a corto plazo y la realización de mejoras significativas en nuestras propias operaciones, en las comunidades que nos rodean y en nuestra cadena de suministro nos ayudarán a alcanzar nuestras aspiraciones a largo plazo para el uso sustentable del agua.

Si bien es un desafío mundial, abordar el estrés hídrico es inherentemente un asunto local. Nuestra estrategia maximiza el beneficio que podemos obtener al dirigir la mayoría de nuestros esfuerzos hacia las regiones de mayor riesgo y al adaptar nuestro enfoque y ambición a las necesidades específicas de cada cuenca hidrográfica.

Desarrollamos una metodología que involucra a grupos holísticos, privados y públicos, compuestos por el gobierno local, varias ONG y empresas, para revisar las evaluaciones científicas de los desafíos de la cuenca, compartir las mejores prácticas y enfoques, y aplicar soluciones que impulsen el valor económico, social y ambiental a nivel comunitario y de la cuenca.

Reconocemos la necesidad de fuertes prácticas de administración del agua dentro de nuestra cadena de suministro y estamos ayudando a los proveedores a aplicar a sus instalaciones la metodología que hemos desarrollado para nuestras propias operaciones. Al trabajar con los proveedores para establecer y lograr objetivos de uso sustentable del agua para sus instalaciones en regiones con estrés hídrico, podemos magnificar el impacto de nuestros esfuerzos.